RESPUESTA DE LA ASAMBLEA DE SOMOSAGUAS A LOS DECANOS DEL CAMPUS

COMUNICADO DE RESPUESTA DE LA ASAMBLEA DE SOMOSAGUAS

       Ante el comunicado emitido por el conjunto de decanos del Campus de Somosaguas de la UCM, en relación a lo acontecido durante la pasada Huelga Estudiantil del 14 de marzo, nosotras, las y los estudiantes de la Asamblea, nos vemos en la obligación de responder:

Desconocemos hacia dónde se dirige su solidaridad con las y los trabajadores coaccionados, pues la huelga era de carácter estudiantil y se permitió el acceso sin vehículo a cualquier trabajador. Nosotras, por el contrario, sí nos solidarizamos con los miembros de PAS y PDI despedidos o precarizados por equipos de gobierno que dicen defender la educación pública. También queremos agradecer el apoyo mostrado por numerosas trabajadoras y trabajadores del campus durante la jornada de huelga; su lucha es nuestra lucha.

Les recomendamos, como cabezas visibles de la que se supone “ciencia social”, que repasen las diferencias entre lo que supone el ejercicio de un derecho individual y uno colectivo ¿Recuerdan cómo se conquistaron estos últimos? Entender el ejercicio del derecho de huelga como la manifestación de un derecho meramente individual es desconocer su significado y origen histórico, vaciarla de contenido como instrumento de lucha. Sin duda quienes detentan el poder político y económico llevan tiempo intentándolo. La huelga como derecho colectivo es una conquista de los de abajo sobre los de arriba; y las conquistas no son gratuitas, hay que pelearlas.

Cuando la lucha no es sumisa, en su camino tiene excesos –por ambas partes ¿les suenan de algo las detenciones dentro del Campus?- y defectos que lamentamos, como el incidente con el vehículo del trabajador. Aunque no fue un acto perpetrado por esta Asamblea, asumimos la parte de responsabilidad que nos corresponde por ser quienes llamamos a la Huelga durante la cual sucedió. En ese sentido, hacemos pública nuestra disculpa con el trabajador de mantenimiento que fue perjudicado, y estamos dispuestos a afrontar los costes que no cubra su seguro. Sin embargo, ese hecho puntual no puede servir de pretexto para criminalizar al estudiantado.

Da la impresión que para ustedes nuestras reivindicaciones solo son  lícitas cuando las formas son totalmente inofensivas, cuando se quedan en una mera expresión de protesta  incapaz de transformar el curso de los acontecimientos. Demonizan nuestros métodos, como hacen el gobierno y los medios de comunicación con la lucha de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca o de otros movimientos sociales. En su análisis se limitan a condenar los hechos sin abordar su origen ni sus causas y terminan con amenazas de tomar medidas “en nombre de la Universidad pública”.  Que las barricadas tienen un componente coactivo es una obviedad, pero mayor es la coacción que supone haberse quedado fuera de la universidad este curso por no poder hacer frente a la subida de tasas, estar condenados al paro y la precariedad laboral o no poder acceder a una vivienda digna. Rechazamos profundamente la violencia, e insistimos en que son ellos quienes la generan día a día con cada ataque, obligándonos a defendernos. ¿Quiénes son los vándalos?

Déjense de inocuos  manifiestos a favor de lo público con la mano izquierda mientras firman despidos y recortes con la derecha  y decántense: o con ellos  o con nosotras. Ustedes, al igual que nuestro rector, o el que recientemente despidió a más de 300 trabajadores en la UPM, no son más que gestores de la miseria. Sus llamamientos abstractos en defensa de la Universidad pública son meros brindis al sol. Nosotras por el contrario si hemos decidido afrontar el problema: defender nuestra Universidad aquí y ahora.

Asamblea de Somosaguas.                                        Madrid,  9 de abril de 2013.

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